mientras que las noches, se transforman en mi condena.
Recuerdos y sentimientos emergen en mí cama
y me recuerdan que estoy viva
quemando en carne viva mi piel.
Tu perfume, que aun persiste en mí
me sofoca, me ahoga,
¿Cómo puede algo tan dulce ser veneno tan puro?
Tu calor todavía me abraza entre las sábanas
me asfixia, me quema de tristeza.
Tu voz, que sigue sonando por la habitación
me estremece, me aturde de melancolía.
Todo tu amor, que aún convive en mí
echa raíces a distancia,
que crecen y se enredan en tu recuerdo
floreciendo de dulces sinsabores mi enamorada pena.
Lágrima 2009